La gran nube de contaminación que cubre a muchas de las grandes ciudades
mundiales ha llevado a los diferentes gobiernos a prohibir la circulación de
vehículos contaminantes. Esto ha llevado a los ciudadanos a invertir en coches
eléctricos y, a la industria del motor, ha investigar sobre nuevas fuentes de
energía para propulsar los motores de los vehículos de motor.
Además, el petróleo, hasta ahora base de los motores es cada vez más
escaso, por lo que se han tenido que crear fuentes alternativas y nuevos motores
adaptados a ellas.
Tecnología solar
Esta es la solución 100%
ecológica y renovable. Desde hace muchos años, la energía solar es la base de
muchas de las investigaciones sobre alternativas a la gasolina y el diésel.
Este tipo de vehículos se componen
de un motor eléctrico que se alimenta con energía solar gracias a paneles
solares, ubicados por lo general en la superficie del automóvil. Estos paneles
están compuestos de celdas fotovoltaicas, capaces de convertir la energía solar
en electricidad.
Por ahora, el diseño de los
paneles no hace de estos vehículos algo cómodo y aerodinámico, y sus
componentes siguen siendo muy frágiles.
El hidrógeno
El hidrógeno diatómico ya es
una fuente primaria usada para la propulsión de vehículos, ya sea como el
elemento esencial para la combustión de los motores o alimentando los motores
eléctricos, en los que se convierte en electricidad, alimenta una pila y mueve
los motores eléctricos. En el caso de los motores de explosión, el hidrógeno
funciona de manera similar a la gasolina, quemándose para producir movimiento.
La electricidad
Los motores eléctricos
generalmente están acompañados por otros motores encargados de cargar su
batería y producir la energía necesaria para moverlos. Es decir, requieren de
un sistema que permita convertir la energía de las llantas en electricidad o un
motor extra que proporcione la carga de el motor eléctrico.
Etanol y metanol
Este tipo de vehículos usan
un motor de cuatro tiempos normal en el que se unen la gasolina corriente y
otro combustible. En este caso, el combustible alternativo más usado es el
alcohol (metanol o etanol).
El etanol es un compuesto
químico que se consigue a través de la fermentación del azúcar. El metanol, por
su parte se fabrica a partir del metano, principal componente del gas natural.
Gas natural y GLP
Este sistema es una
adaptación que se realiza al motor, para que funcione con gas natural, que se
almacena en cilindros. Se puede combinar con la gasolina en un motor de cuatro
tiempos.
El mayor problema es que la
instalación es muy cuidadosa y puede dañar el coche. Además, resta caballos de
potencia al motor.
El gas licuado de petróleo (GLP), también conocido como Autogas, es el
combustible alternativo más utilizado en todo el mundo. Existen más estaciones
de repostaje de este tipo de vehículos que los de gas natural.