En los últimos años, la conversión de coches a GLP ha experimentado un crecimiento notable en España. El año pasado la cifra superó las 100.000 unidades, lo que representa un aumento del 25% respecto al año anterior. Ahorro económico de hasta un 40%, el menor impacto ambiental y los beneficios de contar con la etiqueta ECO, son las principales razones que mueven a muchos conductores a convertir sus coches al Gas Licuado del Petróleo (GLP).
El GLP ha demostrado estar en auge en los últimos 5 años. Las cifras de conversión de coches a gasolina o diesel a GLP no paran de crecer.
El Gas Licuado del Petróleo (GLP) es un combustible significativamente más barato que la gasolina o el diésel, lo que permite a los conductores ahorrar dinero en combustible.
Este crecimiento se debe principalmente a las ventajas que ofrece el GLP frente a otros combustibles como la gasolina o el diésel: un menor precio, una menor emisión de contaminantes y la obtención de la etiqueta ECO. “En un comienzo, vimos que los únicos que convertían sus vehículos a GLP eran los taxistas o coches de flotas profesionales. Sin embargo, este fenómeno ha cambiado y estamos viendo un auge de usuarios particulares que deciden invertir en adaptar su coche para funcionar con GLP”, Emiliano CECI, fundador de Eco Moving, uno de los talleres españoles líderes en la conversión a GLP.
El gas licuado del petróleo es la mezcla de gases licuados presentes en el gas natural o disueltos en el petróleo. Lleva consigo procesos físicos y químicos, por ejemplo el uso de metano. Los componentes del GLP, aunque a temperatura y presión ambientales son gases, son fáciles de licuar; de ahí su nombre.
Un combustible con menor impacto ambiental
El GLP produce hasta un 85% menos emisiones de CO2 y otros contaminantes que la gasolina o el diésel, lo que lo convierte en una alternativa más sostenible. Según datos publicados por Repsol, su uso consigue ahorrar anualmente, al menos, 3,5 millones de toneladas de CO2. Además, es un combustible seguro. No es tóxico ni corrosivo y posee un rango de inflamabilidad muy bajo por lo que cumple con todos los estándares de seguridad.
Los coches convertidos a GLP obtienen la etiqueta ECO de la DGT, lo que les permite acceder a beneficios como la circulación por zonas de bajas emisiones. Al final de la transformación, el taller entrega la documentación, que incluye un informe de conformidad y el certificado del taller. Con estos papeles, se acude a la ITV y se le da una cita al cliente para presentarse con el coche y pasar la reforma. Es un trámite que tiene un coste aproximado de 45 euros, muy sencillo de realizar y muy similar al de una ITV convencional. Esta etiqueta es definitiva.
“Los beneficios de contar con la etiqueta ECO son evidentes para el medioambiente y para la circulación de los conductores por las ciudades, pero también lo son a nivel del coste económico. Desde nuestra experiencia, con al menos recorrer 10.000 kilómetros durante los primeros 12 meses se puede recuperar el 70% del coste de la conversión”, señala Emiliano CECI, fundador de Eco Moving.
Según datos publicados por Repsol, el GLP es hasta un 40% más barato que los carburantes tradicionales, una mayor autonomía y aplicación de descuentos en impuestos.
¿Cuánto cuesta convertir un coche a GLP?
El coste de la conversión varía entre 1.200 y 3.500 euros más IVA, dependiendo del tipo de vehículo, la marca del equipo utilizado y el taller que realice la instalación. La diferencia de precio se debe principalmente a si el coche tiene inyección directa o indirecta, siendo los primeros más caros.
La conversión a GLP es una buena opción tanto para coches nuevos como antiguos. El ahorro de combustible es siempre del 40%, lo que significa que se puede recuperar la inversión en un plazo relativamente corto.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de convertir un coche a GLP?
La conversión de coches diésel a GLP es posible, pero el coste puede ser superior a 3.500 euros. Además, estos vehículos funcionan con una mezcla de gasóleo y GLP, lo que reduce el ahorro de combustible.
El GLP y el GNC son dos combustibles diferentes, por lo que no es posible utilizar un vehículo convertido a GLP con GNC sin realizar una nueva conversión.
El Futuro del GLP
El GLP se presenta como una alternativa viable para reducir la contaminación mientras se avanza hacia la electrificación del transporte. “Existe una gran incertidumbre en los usuarios en torno al proceso de electrificación del parque automotriz. Las dudas han sido sembradas por los propios constructores que han señalado que no creen que los precios de los coches eléctricos bajen a corto plazo”, afirma Emiliano Ceci, fundador de Eco Moving y profesor en conversión de coches a GLP.
La conversión de un vehículo a GLP es una opción económica y sostenible que puede ser beneficiosa para una amplia gama de vehículos. Si se está pensando en convertir un coche a GLP, es recomendable siempre consultar con un taller especializado para obtener más información y asesoramiento.