La Agenda de 2030 y las diferentes decisiones que han tenido que
tomar los estados firmantes de esta alianza ha propiciado la carrera hacia una
flota automovilística formada únicamente por coches eléctricos. La necesidad de
disminuir la contaminación y aumentar el uso de energías verdes para cumplir
las pautas marcadas por la Agenda para 2030 han colocado a los coches
eléctricos a la cabeza de las medidas para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Elección de un coche eléctrico
La creación en zonas en las
que sólo se puede entrar con coches eléctricos, la prohibición de circular con determinados vehículos o las grandes
ayudas que tienen compañías eléctricas como Iberdrola para la compra
de un coche eléctrico y la instalación de un puesto de carga ha propiciado
que mucha más gente decida dar el paso y comprar un coche eléctrico.
Autonomía y consumo
Uno de los mayores problemas
que nos encontramos con un coche eléctrico es la autonomía de la que disponen.
Pese a los grandes avances que se han logrado en este sentido, los mejores modelos de coches eléctricos no
llegan a los seiscientos kilómetros
de autonomía. EL modelo que más tiene por ahora es el Tesla Model S y Model X
que llega a los 540 kilómteros.
Bien es cierto que si vamos
a hacer un uso normal de el coche eléctrico nos valdría cualquiera que tuviera
una autonomía de unos doscientos kilómetros, de los cuales hay mucha más gama.
En cuanto al consumo,
podemos hablar de coches totalmente eléctricos (cero emisiones). Si disponemos
de un cargador en nuestro domicilio, lo que nos cueste cargar el coche
dependerá de la tarifa eléctrica de la que dispongamos.
Por su parte, las grandes
eléctricas como Iberdrola y Endesa han prometido instalar multitud de puntos de
recarga tanto en las carreteras como en sitios públicos. Estos puntos de carga
son más caros que los que se sitúan en una vivienda privada.
Con datos generales, se
puede llegar a calcular que un viaje de trescientos kilómetros nos puede costar
unos diez euros. Algo mucho más económico que la gasolina o el diesel.
Punto de carga y cargadores
Es el factor más
determinante a la hora de comprar un coche eléctrico. Que se agote la batería
de un coche eléctrico es mucho peor que quedarse sin gasolina.
Actualmente hay que
planificar muy bien los desplazamientos largos puesto que no hay muchas zonas de carga públicas. Para ello, ya
existe un mapa de toda la geografía de España donde puedes ver dónde se
encuentran los puntos de carga.
Sin embargo, es importante
presupuestar, al ir a comprar el coche, lo que costaría poner un punto de carga en nuestro garaje. Si
dispones de un garaje comunitario no debes tener problemas puesto que la
normativa simplemente dictamina que hay que avisar por escrito al presidente de
la comunidad antes de realizar la instalación. Para cumplir la ley tendremos
que tener un circuito exclusivo que no supere los 9,2 kW de potencia para la
estación de recarga.
En los nuevos aparcamientos,
ya sean públicos o de vivienda de nueva construcción, debe de haber un puesto
de carga cada 40 plazas disponibles.
Precio y subvenciones
Existen diferentes planes de
ayudas tanto del Gobierno como de las diferentes Comunidades Autónomas.
Al que más atención debemos
prestar es al plan VEA (Vehículos de Energías Alternativas) que el Ministerio
de Industria pone a disposición del
comprador para financiar la compra de los automóviles y la instalaciones de las
bases de recarga.
Este tipo de coches están
exentos de pagar el impuesto de matriculación y que el precio de la ITV se
puede abaratar.
Además, no sólo los organismos públicos están
dando ayudas en este sentido. Las compañías eléctricas también están ofreciendo
beneficios para que la gente compre los coches y las instalaciones a través de
ellas.